Acaba el otoño. Un otoño por desgracia para el planeta más cálido de lo normal. Un otoño con esos problemas políticos que han hecho que una parte de España se enfrente a otra, que han logrado enemistar a familiares y amigos. Un otoño de malos políticos, atentados, terremotos, temporales y guerras... todo duro porque somos así y así seguimos, humanos habitando un planeta que ningún contrato dice que sea nuestro.
Pero acaba el otoño y ya se vislumbra el invierno. Un invierno que trae la blanca pureza de la nieve, la celebración del más famoso nacimiento, del comienzo de un nuevo año. Elecciones, lotería, Navidad, regalos, promesas de intenciones, reuniones en familia y, sobre todo, ese ambiente que siempre me pregunto porqué no durará todo el año: las ganas de ser felices y, ante todo, hacer felices a los demás.
Habréis visto, los fieles que nos seguís sin desfallecer que Mari Luz, el alma del blog, continúa "desaparecida". No, tranquilos, ella sigue ahí, sólo ha delegado temporalmente en mí. Una mudanza que se ha hecho más larga de lo esperado, preparar y corregir exámenes de sus alumnos, ayudar a sus hijos en los estudios, y ese millón de pequeñas cosas que hay que hacer día a día le han restado tiempo para prácticamente todo, incluyendo el leer. Pero no el pensar. Tiene mil ideas en la cabeza, mil pensamientos que contar. Sed pacientes, sólo un poco más, ella estará aquí de nuevo pronto.
En cuanto a mí, voy nutriendo el blog con esos Alguien dijo que, poco a poco, van aumentando hasta por ahora llegar a la veintena... y os aviso que tengo "en el horno" unos cuantos más. Comenzó como algo sencillo, simpático, que le quitara rigidez al blog, pero he de reconocer que ¡me encanta!. Ya me ha pasado algunas veces el ir por la calle, o navegar por internet, y encontrar "un algo", un comentario, una frase, un impulso a buscar, a averiguar, a contar. Desde libros a citas, desde películas a poemas, desde disertaciones a canciones. Todo me vale... y espero que a ti también, apreciado/a lector/a.
En unos días Navidad. Ya os digo que habrá algo, sin duda. Así que os emplazo a que sigáis leyendonos. Gracias y ¡felices lecturas a la inversa!
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