A mi chica, Eva, tras muchos y felices años juntos, en el día de nuestro 26 aniversario.
No llega nunca lo que siento, a enfriarse como el invierno,
aunque la vida lo intenta borrar con fuerte viento.
Poderosa fortaleza de talle tierno,
has hecho la mitad de mi vida, de lento tiempo.
Eres sosiego, paciencia y templanza.
La paz en tranquilo remanso.
El abrigo para un plácido descanso,
donde sigue fuerte, nuestra renovada alianza.
Tus manos, nervioso aleteo.
Tu voz hechicera, de trino vibrante,
tu piel, por siempre, el objeto de mi deseo.
Hoy recordamos nuestra unión constante.
Veintiséis veces agradecí la suerte,
de tenerte conmigo, siempre amante.
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